Aquí dejo una crítica que mandé por mail a Antonio Piñero y a la que, por cierto, me contestó muy amablemente diciendo que iba a poner en su blog. Yo, por si acaso, la dejo aquí:
Me presento: soy Alejandro, un estudiante de filosofía de la UAM. Estoy en mi último año de la carrera y en la clase de filosofía de la religión ya le hemos citado alguna vez, aunque yo ya le conocía antes gracias a la obra que editó en Edaf: "Todos los Evangelios". Con todo mi respeto hacia su trabajo como filólogo, explicaré porqué su concepción de Jesús, o mejor, del cristianismo me parece un poco ingenua.En primer lugar, tengo la sensación de que en el asunto le hubiera gustado leer "sobre LA concepción de Jesús" y creo que es lo que está implícito en todo su trabajo y en toda su crítica: la idea de que se puede llegar a partir de la investigación histórico-filológica a la "verdadera figura" de Jesús. (En este punto pongo en duda que haya leído a Kierkegaard o a algún teólogo no ingenuo, pero sobretodo pongo en duda que haya leído algo del movimiento teológico más importante del momento: la Ortodoxia Radical encabezada por John Milbank, Catherine Pickstock, Conor Cunningham...Digo que su postura es "ingenua" porque es de un positivismo acrítico que parece que ha ignorado toda la filosofía de la ciencia del siglo XX. Toda observación tiene carga teórica, diferenciación entre ver qué y ver cómo... (Hanson, segundo Popper, Kuhn, Feyerabend...). ¿Veían lo mismo Caifás y san Juan cuando miraban a Jesús? No ¿Por qué no? ¿Por qué divergían? ¿Cómo comprobar que uno veía lo correcto y el otro no? Usted sigue a Caifás yo a san Juan, ¿por qué está usted en lo cierto?"Desde que aparece la doctria de la indeterminabilidad interpretativa, las cuestiones doctrinales no pueden resolverse por el simple recurso a una interpretación más exacta de las prácticas y las narrativas precedentes. Si pudiera hacerse, las respuestas a las herejías consistirían en repetir las narrativas en un tono más firme, con la vana esperanza de que la escena que asumen se torne más transparente. Pero, de hecho, la doctrina representa una especie de "elemento especulativo" que no puede ser reducido a la protección heurística de la narrativa porque se refiere al ejemplo sincrónico paradigmáico del "escenario" último que toda secuencia sintagmática tiene que asumir y que, sin embargo, no puede representarse adecuadamente" (John Milbank, "Teología y teoría social", pag.513, ed. Herder).Usted acusa, por ejemplo a von Bathasar, de una postura difícilmente aceptable porque hoy en día tenemos una manera de ver el mundo científica, le cito: "Yo me siento como estupefacto al leer todas estas afirmaciones que me parecen totalmente lejanas al sentir del hombre actual, inmerso en una concepción del universo, científica, astronómica, astrofísica, etc. ,que, creo, le impide entender o asimilar tales afirmaciones". (A mí sí que me deja estupefacto esta frase, digna del Carnap más radical).Creo que la ingenuidad está en considerar de una manera u otra que hay una versión fundamental, en el sentido de algo neutral, racional y universal cuando queremos acceder a un acontecimiento, en este caso a Jesús ("En la medida en que es fundador (un acontecimiento), no es susceptible de conocimiento objetivo" Michel de Certeau) .El anacronismo de su postura está en que no toma en cuenta que la teología es, primordialmente, una explicitación de una práctica sociolingüística, una renarración de esta práctica tal y como ha ido evolucionando a lo largo de la historia.Una teología que no se basa en una serie de proposiciones acerca de Dios, divinidad encarnada... ni en expresiones de experiencias internas que preceden totalmente a las creencias, sino que más bien es consciente de que la teología es la articulación teórica de lo que está implícito en la praxis de los seguidores de Cristo y de los textos canónicos que son, obviamente, una manera de acercarse a Jesús mediada por el aparato teórico y divergen de otras maneras de acercarse que son calificadas como "extraeclesiales" y desde luego no son más legítimas, neutrales o verosímiles. Espero que pueda contestarme.
Un saludo, Alejandro
La filosofada con la que pretendes rebatir al doctor Piñero si que es ingenua, y demuestra que eres TU el que no tiene ni idea de las propuestas que Antonio Piñero hace con respecto a la figura de Jesús y los orígenes del cristianismo, además de practicarle un reduccionismo intencionado. La ciencia de la Historia con todas sus herramientas, la critica textual y la opinión general de la mayoría de los investigadores avalan a Piñero, y un estudiante de filosofía por muy kierkegaardiano que sea debe entrar en terrenos disciplinares propios más que ajenos...
ResponderEliminarSaludos.
ResponderEliminarSoy estudiante de Ciencias Religiosas. Al señor Piñero le seguí en sus primeros artículos de sus blogs pero, al poco tiempo, dejé de hacerlo. ¿Por qué? Pues porque, siguiendo lo que dice Alejandro, autor del post, a Jesucristo no se Le puede abarcar sólo desde los textos. Con la Filología no se llega a Jesucristo. ¿Por qué? Pues la razón es tan sencilla que, como dice Alejandro, da hasta rubor señalársela a alguien con el currículum del señor Piñero: el problema estriba en que Piñero no es teólogo, habla de una Persona sólo desde el punto de vista de los resultados a los que puede llegar con las herramientas filológicas. A ver si nos enteramos de que la Revelación cristiana NO ES UNA REVELACIÓN LITERAL, TEXTUAL, DICTADA. A ver si nos enteramos que la Revelación cristiana no es lo mismo que la islámica que sí que es DICTADA al oído del profeta Mahoma por el arcángel Gabriel. La Revelación cristiana, la persona de Cristo, es una Revelación PERSONAL. Lo que se está revelando no es un personaje histórico sino una PERSONA. Creer que lo que Esa Persona hizo en su caminar terrenal está contenido en los Evangelios es no tener ni idea de lo que se está hablando. Este tipo de consideraciones son las que hacen los teólogos y que se le escapan al profesor Piñero. A todo lo más, el señor Piñero podría decir: con las herramientas filológicas, la figura de Jesús parece ser así. Eso, al creyente cristiano católico no le afecta en lo más mínimo en su fe ya que es consciente de que esta fe, que transmite la persona de Cristo, está basada en una experiencia PERSONAL QUE SE HA TRANSMITIDO de generación en generación. Podría seguir con más argumentos pero no hay espacio para ello. Creo que, bajo mi punto de vista, Alejandro no es ningún indocumentado y su reflexión es bastante razonable. Lo del prurito del cientificismo aséptico ya no se lo cree nadie mínimamente leído. A ver si nos vamos enterando de que la teología es también una ciencia. Los tiempos de Comte ya han pasado hace mucho.
ResponderEliminarJavier, Alejandro: Con estudios críticos durante 8 años Ciencias Religiosas (en una Institución filial de la U. Iberoamericana) y como conocimiento palmario se sabe que la Ciencia Teológica es la más pura especulación teórica de un fenómeno humano a saber la necesidad del hombre de un Ser Supremo. La teología cristiana parte de dos premisas especulativas, no reales, a saber: La Resurrección y La Fe, no más. A partir de ellas se pueden "construir" todas las teologías posibles. Adendum: Jesús no utilizó, ni conoció, ni enseñó la palabra y el concepto Fé. Este es una aportación del formalismo romano a partir de Nicea. Saludos Homero (soldaditofrances@hotmail.com).
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EliminarDisparate
EliminarEstimados amigos, no entiendo como soldadito dice que la fe es una aportación del formalismo romano a Partir de Nicea, ¿no hemos leído ni un versículo de Pablo? Pero si no habla de otra cosa que de la fe! En cuanto a Francis, no es una crítica lo que usted hace sino decir que Piñero no se equivoca porque usted le quiere y le admira mucho. Por el contrario la crítica que hace Alejandro, al que no tengo el gusto de conocer, no sólo es muy certeza filosóficamente, sino que sorprende por articulada e interesante en una persona que de momento solo tiene el grado de estudiante. Por otro lado creo que estamos concediendo demasiado al doctor Piñero: él y sus estudiantes de manera más furibunda, lo presentan como la única interpretación filológica posible del texto bíblico con la que construir su visión del cristianismo y de Jesús. Lejos de ellos hay miles de variaciones filológicas que pueden interpretarse de manera muy diferente a como pretende Piñero (no será superfluo recordar que es como los que conocieron a los autores de los textos y los mismos autores interpretaron sus textos). Dicho de otro modo, 2000 años después Piñero le dice a los autores del Nuevo Testamento lo que estaban diciendo con las palabras que usaban y el sistema de interpretación que tenían que haber utilizado para dar cuenta de Jesús. Eso por no recordar la superación que el resto de la profesión ha hecho de las posiciones de Piñero desde hace décadas que no dejan de ser sino las posiciones del racionalismo crítico del siglo XIX
ResponderEliminarMuchas gracias por tu tiempo.